¿Por qué se envejece?

 

Y respondió Abram: Señor Jehová, ¿qué me darás, siendo así que ando sin hijo, y el mayordomo de mi casa es ese damasceno Eliezer? Dijo también Abram: Mira que no me has dado prole, y he aquí que será mi heredero un esclavo nacido en mi casa. Génesis 15:2-3. 

 

Y dijo: Toma ahora tu hijo, tu único, Isaac, a quien amas, y vete a tierra de Moriah, y ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te diré.

Génesis 22:2.

 

A veces Jehová Dios no le da hijos a las personas porque desea que vivan mucho. Normalmente, la tendencia de todo padre, es terminar adorando a los hijos como el caso de Abraham, que se lamentaba porque no los tenía.

 

El propósito de Jehová Dios al no darle hijos, era que Abraham conviviera, mucho tiempo delante de Él, pero Jehová Dios es bueno y lo complació, dándole a su hijo Isaac, el cual absorbió la mente y el corazón de Abraham, menospreciando así al Creador.

 

Como siempre Jehová buscando el propósito de que Abraham viviera, le pidió que sacrificara a su hijo Isaac, a quien amaba, y Abraham logró demostrar su amor hacia Jehová Dios, renunciando a su hijo Isaac, en el acto del sacrificio, aunque después esa debilidad lo persiguió hasta que lo alcanzó: Génesis 25:1-7. Tuvo muchos hijos, pero Isaac su hijo lo marcó. Esta debilidad también acabó con la vida de Sara, porque ella menospreció a Abraham y deseó la muerte de Abraham, para heredar toda la riqueza a su hijo Isaac a quien amaba, mas no se dio cuenta, que eso era su fatalidad y murió incluso antes que Abraham: Génesis 23:1-2

 

Por eso Jesús, explica que hay que amar a Jehová Dios con todo nuestro ser, para vivir: Lucas 10:25-28, de lo contrario, te consumes pensando en tus hijos y familia. Tienes tarea: amar y alabar a Jehová nuestro Dios, porque Él es la vida.

 

 

2ª PARTE

 

Otro caso es el de un gran rey, David. No pudo resistirse a la adoración a los hijos: 2 Samuel 13:39; y sus adversarios descubrieron esa debilidad: 2 Samuel 14:1-23; y por ello se aprovecharon de él. La belleza de su hijo, Absalón, era absorbente: 2 Samuel 14:25-26, 33; hasta que el rey, se doblegó, y esto hizo que su hijo, después de haber matado a su hermano Amnon: 2 Samuel 13:28-29; se volviese mas rebelde y astuto, y se sublevó contra su padre: 2 Samuel 15:13-14; despojándolo del trono. David aun desterrado por su hijo, no pudo resistir la adoración: 2 Samuel 18:5, 9, 14-15, 33. Le absorbió la mente y corazón, hasta que el joven Absalón murió y esto destrozó a David, hasta consumirlo de resentimiento, perdió toda sus fuerzas, hasta necesitar ser recalentado por una joven doncella y murió: 1 Reyes 1:1-4

 

Los padres vuelven rebeldes a sus hijos, cuando los adoran, hasta que les consumen las fuerzas, hacen fracasar sus hijos, y mueren. Cuando piensas continuamente en tus hijos y los enfiestas, te absorben el cerebro y el corazón, hasta consumirte.

 

Observa a la gente que envejece rápido como adora a sus hijos. Por eso, Jehová Dios te pide tu corazón, para que vivas Proverbios 23:26. Ezequiel 18:31-32 porque Jehová Dios no quiere que tu mueras, sino que vivas delante de Él mucho tiempo, Jesús lo confirmó: Juan 10:10.

 

 

 

3ª PARTE

 

Pero el rey Salomón amó, además de la hija de Faraón, a muchas mujeres extranjeras; a las de Moab, a las de Amón, a las de Edom, a las de Sidón, y a las heteas; gentes de las cuales Jehová había dicho a los hijos de Israel: No os llegaréis a ellas, ni ellas se llegarán a vosotros; porque ciertamente harán inclinar vuestros corazones tras sus dioses. A éstas, pues, se juntó Salomón con amor...

1ª Reyes 11:1-8

 

Uno de los campeones del envejecimiento, fue Salomón, rey de la prosperidad. Par este hombre, su amor sobre todo, eran aquellas mujeres, de su época, muy lindas -La mujer es la criatura más linda del planeta, pero la más mortal, porque te absorbe el corazón y el cerebro, de una manera ultra absorbente, te quita las fuerzas, según lo rebelde, enojada y contradictoria que sea-. 

 

Salomón robo y robó con impuesto, negocios y todo tipo de riquezas, al pueblo, para complacerlas, hasta llegó a adorar a dioses extraños por causa de ese tipo de mujeres, porque eran mujeres idólatras. Salomón, se dio cuenta qué había perdido su vida, queriendo complacer aquellas mujeres idólatras, y menospreciando a Jehová, Dios de la vida: Eclesiastes 7:26. Se amargó la vida, no pudiendo escapar de aquellas mujeres que eran una red en su mente y corazón, no escapó, y solo duró a penas 60 años porque se frustró hasta morir.

 

La mujer, sin temor de Jehová, es como un perro que habla, y con su voz arranca las fuerzas, de la mente y corazón del hombre, un ejemplo claro que Jehová Dios nos pone es el de Sansón, y la idólatra, Dalila, que era exigente: Jueces 16:16. El único interés que procuraba, era obtener dinero: Jueces 16:5, 18. Cuando exigía afligía al hombre, con sus palabras, hasta lograr quitarle las fuerzas: Jueces 16:10, mostrando una falsa honradez, acusando al hombre, de ser falso, y exigiendo entrega: Jueces 16:13, 15-16. Lo ahogó hasta quitarle las fuerzas.

 

Lo único que vuelve a la mujer exigente es el amor al dinero; lo ahogó hasta quitarle las fuerzas. Y, ¿qué es perder las fuerzas? Es menospreciar a JAH-JEHOVÁ Dios, por el amor de la mujer: Jueces 16:19-20. Quedó el hombre como bocado de pan, perdió sus ojos: Jueces 16:21, 25; era un viejo. 

 

Una mujer enojada, es una mujer mala, y cuando habla te quiebra los huesos: Proverbios 12:4; mientras que, cuando una mujer busca de Jehová, te va a alegrar la vida. El pecado de Adán fue estar oyendo la presión que le metía Eva, con sus palabras: Génesis 3:17. Ella arruinó a su hijo Caín adorándolo, y lo volvió enojado y menospreciador del gran Dios JAH-JEHOVÁ: Génesis 4:3-6. Por eso, cuando oigas la frase de que la mujer adora a sus hijos, escapa por tu vida porque se descompone todo. Jesús dijo que había que renunciar a lo que fuera si se quiere vivir: Lucas 14:26. Así que deja de estar comprando Viagra, para recuperar las fuerzas, porque te vas a hacer viejito rápido. Entrégate a JAH-JEHOVÁ Dios, porque ahí está la fuerza eterna: Isaías 40:26-31. Tienes tarea con el eterno JAH-JEHOVÁ Dios, santificando su nombre primero: Mateo 6:9.